Mientras Daniel Sancho continúa en la prisión de Koh Samui a la espera de que le confirmen la fecha para la celebración del juicio, su familia sigue buscando un abogado en Tailandia para elaborar una buena estrategia de defensa. La idea de su equipo jurista en España es que al joven lo condenen por homicidio y en unos años pueda trasladarse a España para cumplir lo que quede de condena cerca de su familia.

A pesar de que la Policía siempre ha mantenido la hipótesis de que Daniel Sancho cometió un asesinato con premeditación (motivo por el que solicitan la pena de muerte para él), el supuesto agresor siempre defendió que se sentía amenazado por Edwin, “como en una jaula de cristal”.

Al hilo de esto, el programa de Sonsoles Ónega, “Y ahora Sonsoles”, ha publicado una información que podía ser de suma importancia para que se creyera la versión de Daniel Sancho: Edwin Arrieta habría sido denunciado por otro hombre por acoso y agresión física.

Desde dicho programa han podido contactar con esta presunta víctima del cirujano colombiano, quien ha considerado que él mismo pudo ser Daniel Sancho.

Refiriéndose a Arrieta ha explicado que "desde el primer día mostró interés sentimental en mi y ha hecho todo lo posible por estar conmigo", explica el denunciante.

De ser verdad, el testimonio de este joven coincidiría con el de Daniel Sancho en lo relacionado a la obsesión que el cirujano colombiano desarrollaba por los hombres con los que mantenía algún tipo de vínculo.

Según este joven, tuvo que renunciar a su puesto de su trabajo ante las continuas amenazas de escándalo que el colombiano le hacía llegar. Además ha asegurado que Arrieta le dio una brutal paliza. "Me ha tocado cambiar de número de teléfono y de casa", señala a 'Y ahora Sonsoles'. Una agresión que llevó a los tribunales debido al parte de lesiones que recibió tras ella. También ha contado que un día llegó a recibir 143 llamadas, lo que le hizo darse cuenta de que tenía una actitud que le provocaba temor.

Las palabras de este joven terminan confesando que todavía tiene alguna cicatriz que le dejó la agresión de Edwin Arrieta. Una confesión que termina señalando que en cierto punto se siente identificado con Sancho, pues se planteó acabar con la vida del cirujano debido a la tensa situación que ambos vivían.